Entre los compositores más emblemáticos de la historia del cine se encuentra Bernard Herrmann, un señor que ha trabajado en cintas como Ciudadano Kane, Vertigo o Con la muerte en los talones, todas ellas obras maestras.
Bernard Herrmann aportó un estilo propio, brillante y convirtió a esas películas, en algo mayúsculo. A lo mejor no se supo al principio de su carrera, pero cuando empezó a trabajar con Alfred Hitchcock, el cine cambió tanto para él como para el propio maestro del suspense y quien salió ganando es el «cine, con mayúsculas».

UNO DE LOS MÁS GRANDES COMPOSITORES DE LA MÚSICA DE CINE
Nuestro anfitrión nació el 29 de junio de 1911, en Nueva York (EE UU) y murió el 24 de diciembre de 1975, en la misma ciudad. Bernard Herrmann es uno de esos compositores a los que casi inmediatamente viene a la mente seguidos del nombre de su cineasta de cabecera, Alfred Hitchcock, con el cual tuvo una etapa fructífera, para ambos. Aún así ha trabajado con Orson Welles, François Truffaut, Brian De Palma o Martin Scorsese. Por lo tanto ha sido un compositor importante que ha trabajado con los mejores.
Herrmann nació en el seno de una familia judía de orígenes rusos. Su padre fue quien le animó desde niño a que probara suerte con la música, llevándole a la ópera y aficionándole al violín. A los 13 años participó en un concurso musical, el cual ganó, y su vida cambió para siempre. Algunos años después estudió composición en la Universidad de Nueva York, y más tarde en la prestigiosa Juilliard School, donde, tras diplomarse, formaría su propia y primera orquesta, la New Chamber Orchestra.

SU PRIMER CONTRATO QUE LO AFIANZÓ DEFINITIVAMENTE
El compositor recibe una oferta de la cadena CBS en 1934, que acaba aceptando y firmó su primer contrato como director musical de la empresa. Allí empezaría a componer música para programas, radio dramas y diversos espacios. Después de nueve años, se convirtió en el director principal de la CBS Symphony Orchestra, y en ese puesto consiguió un gran éxito con varios programas que acercaban la música clásica al público estadounidense de la época.
Durante esa época, conoció a un joven escritor, actor y productor de teatro, llamado Orson Welles, que también trabajaba en la CBS dirigiendo programas de radio donde adaptaba obras de la literatura y el cine, que él mismo locutaba.
El compositor trabajó en el acompañamiento musical de esos programas, incluido la adaptación de «La guerra de los mundos» de 1938, donde realizó una portentosa narración que provocó oleadas de pánico por todo el país. Solo un par de años después, Welles firmaba su primer contrato por una productora cinematográfica, la RKO. Estaba preparado para rodar su ópera prima, su obra maestra Ciudadano Kane y Bernard Herrmann fue el elegido para acompañarlo musicalmente.

ORSON WELLES LE ABRIÓ EL CAMINO, ALFRED HITCHCOCK SE LO ALLANÓ
Trabajar para Orson Welles en sus primeras cintas le ayudó a abrirse paso en la industria. La calidad de sus composiciones eran evidentes, y solo fue cuestión de tiempo que se cruzara por el camino el maestro del suspense, cuando en 1955 lo llamó para componer la banda sonora de Pero, ¿Quién mató a Harry?. La composición no es de las mejores, pero ese hecho lo cambiaría todo.
Durante algo más de una década puso la música de cintas como: El hombre que sabía demasiado (The Man Who Knew Too Much, 1956), Falso culpable (The Wrong Man, 1957), Vertigo: de entre los muertos ( Vertigo, 1958) y Con la muerte en los talones (North By Northwest, 1959). Psicosis (Psycho, 1960) fue su obra maestra más recordada-mítica es la escena de la ducha-y mira que tuvo.
El compositor siguió trabajando con otros directores, pero su vínculo fue tan fuerte con Hitchcock, que de esta pareja salió lo mejor de ambos bandos. Los pájaros (The Birds, 1963), con solo efectos de sonido de pájaros, Marni la ladrona (Marnie, 1964) y su última y frustrada colaboración Cortina rasgada (Torn Curtain, 1966) fue todo lo que dio de sí la colaboración de una de las más grandes parejas de la historia del cine.

EL CINE MÁS ALLÁ DE HITCHCOCK
El mismo año de la ruptura entre director y compositor, Herrmann fue requerido por un director francés admirador de su obra y buen conocedor de las películas de Hitchcock François Truffaut, para trabajar en Fahrenheit 451 (1966). Esta colaboración se repetiría con su siguiente película, La novia vestía de negro (1967).
Ese mismo año también participó en una pequeña película inglesa titulada Nervios rotos (1969), uno de esos argumentos nacidos, precisamente, a partir de la influencia del mismo Hitchcock. Herrmann mostró su solvencia y tablas habituales, pero si por algo se recuerda a su partitura en esta película fue por el tema principal, popularizado por Quentin Tarantino en Kill Bill. Vol. 1.

Es evidente que su cine se vio influenciado por grandes maestros, pero él demostró con crecer que estaba a la altura, incluso por encima. En su etapa final estuvo al lado de otro grande del suspense, Brian DePalma, que recuperó su mejor cine en el tramo final de su carrera.
Cintas como Hermanas (Sisters, 1973), Fascinación (Obsession, 1976), y sobre todo otra de lo que sería sus grandes obras maestras, Taxi Driver (1976), que por desgracia sería la última, no pudiendo ver el resultado final. Falleció poco antes de ser estrenada.
El mundo del cine se quedaba sin alguien que había alcanzado la cima en retratar el terror y la angustia simplemente con notas musicales, un compositor que «dirigió» secuencias de terror e intriga que ya han pasado a un estadio superior. Difícilmente volveremos a ver un compositor tan mayúsculo trabajando con los más grandes y dando el mismo resultado de calidad cinta tras cinta. Un gran compositor donde sus trabajos más flojos podrían ser consideradas grandes bandas sonoras en manos de otros.

+QCINE HOMENAJEA A BERNARD HERRMANN EN UN ESPECIAL COMPLETO DE MÁS DE TRES HORAS
En el programa 507 de +QCine hablamos con detalle y mucho cariño de uno de los más grandes creadores de música de cine, repasando toda su carrera al detalle, con más de una hora y media de música emblemática.
Pero un especial así no estaría completo sin la presencia de Nacho Granda, el presentador de Scores de cine, que nos acompaña en el tramo final del programa, para aportar sus tres bandas sonoras favoritas del compositor y desvelando muchas particularidades del maestro Herrmann que poca gente conoce.
Si tienes curiosidad por la música de cine, por Bernard Herrmann o el binomio con Hitchcock o Welles, este este es tu programa. Lo puedes encontrar en ivoox a partir del viernes 9 de diciembre.
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