En 1955 una banda muy particular con caras tan conocidas como Peter Seller y Alec Guiness forman parte del llamado Quinteto de la muerte, con este nombre se da título a la cinta británica dirigida por Alexander Mackendrick. En su título original The ladykillers. Una comedia negra de robos y atracos, delirante, divertida y muy bizarra.
En 2004 los hermanos Coen realizaron un remake con Tom Hanks, J.K. Simmons, entre otros, no tan divertida y chispeante como la original pero que recuperó esta historia tan loca y original, donde la trama argumental de esta deliciosa comedia negra se centra en una dama octogenaria, la señora Wilberforce que alquila una habitación a un tal profesor Marcus (interpretado por Alec Guinness), un hombre de aspecto siniestro pero de refinados modales. El inquilino es visitado diariamente por cuatro individuos muy extraños.

UNA CURIOSA HISTORIA QUE SORPRENDIÓ POR SU ORIGINALIDAD
Y con esa excusa poco creíble para el espectador pero muy razonable para esta vieja señora, este curioso quinteto de cuerda debe ensayar cada día -pero como es más que evidente, es mentira y lo que hacen es poner discos para despistar a la anciana, que de paso hay que decir que siempre es muy atenta y afable.
Y la realidad es que son una banda de ladrones que durante los fingidos ensayos preparan un atraco.
El golpe tiene éxito, pero la señora Wilberforce descubre por casualidad la verdad del asunto. Les regaña como si fueran niños y les propone que devuelvan el dinero. Ellos deciden matarla, pero no consiguen ponerse de acuerdo sobre quién debería ser el ejecutor del homicidio. En el enfrentamiento van cayendo uno tras otro, de forma accidental o calculada.

EL TRIUNFO DE LA COMEDIA BRITÁNICA EN LOS AÑOS 50
Entre finales de los años cuarenta y mediados de los cincuenta, los Estudios Ealing revolucionaron el campo de la comedia con un ramillete de películas que hoy forman parte de la edad de oro del cine británico. De todos los cineastas surgidos bajo el amparo de sir Michael Balcon, el más destacado y original fue el prematuramente retirado Alexander MacKendrick, un director inclasificable, que solo necesitó nueve títulos en 18 años de actividad para situar su nombre entre los grandes maestros del séptimo arte.
MacKendrick obtuvo dos premios; Oscar a mejor guión, por la película “El hombre del traje blanco” en 1953 y un año antes, el Premio especial del jurado, por “Mandy” en el Festival internacional de cine de Venecia. Su carrera fue breve, presidida por la independencia, una fuerte carga crítica y un humor fino y sutil.
Este señor triunfó en todo tipo de géneros, pero fue en el terreno de la comedia donde este escocés sobresalía, sobre todo con El Quinteto de la Muerte, una obra maestra que entusiasmó a sucesivas generaciones de espectadores. De ahí que se haya convertido después de casi siete décadas en un auténtico clásico, bordado con tal finura y gracia por Alec Guinnes y Katie Johnson (la afable ancianita) y unos secundarios de primera, que difícilmente el espectador puede olvidar que alguna vez la vio.

WILLIAM ROSE DIÓ CON LA CLAVE DEL ÉXITO
El germen de la película es realmente curioso. La idea le vino a William Rose mientras estaba durmiendo, en una época en la que dijo que su cabeza estaba absolutamente desprovista de ideas. Rose fue el más reputado guionista de Ealing junto a Tibby Clarke. Y por fortuna, no olvidó su sueño… y así nació la historia de una excéntrica viejecita que se ve envuelta en las andanzas de una particular banda de maleantes.
Buscando información sobre esta producción encontré un comentario que hizo el director sobre esta película en una entrevista que le realizaron:
El filme estuvo concebido como un dibujo animado y es también una especie de parodia del derrumbamiento del Imperio Británico. La historia de la anciana va en ese mismo sentido. Vive en una casa dañada por los bombardeos de la guerra, y en cierto sentido, su historia es la del Imperio. Pero ni durante la escritura del guión, ni durante la realización de la película, hablamos en ningún momento de eso. Estaba latente, pero nunca lo expusimos explícitamente. Probablemente, si lo hubiéramos hecho, hubiéramos sido incapaces de hacer la película”.
Alexander Mackendrick (Director)
La cinta obtuvo un resonante éxito de público y crítica, triunfo que irónicamente sólo sirvió para poner el broche de oro a los legendarios estudios, que acabaron por ser vendidos a la BBC ese mismo año (1955) para realizar en ellos programas para la televisión. Con El Quinteto de la Muerte, su director, MacKendrick obtuvo una muestra de la mejor y más ácida comedia británica, una obra que despide aromas de buen cine por todos sus poros, con su cine inteligente, además refinado y tremendamente original.
Desde sus primeros fotogramas, la cinta discurre entre la comedia y la farsa, entre escenas decididamente jocosas y escenas realmente crueles. Los dos primeros tercios de la película se distinguen por un humor fino, delicioso y disparatado, situado sobre una base realista y mezclado con una absurda situación (lo cómico del filme nace con frecuencia de una ligera distorsión de la realidad), para finalizar con un humor negro y macabro.

UN GUIÓN PERFECTO Y UN REPARTO DE LUJO
Todo la magia de la trama es posible porque el guión de William Rose es soberbio, porque el acertado empleo del color permite crear la atmósfera más adecuada en cada momento ( si el que nos está escuchando ha visto esta cinta recientemente y se acuerda de ella, el mundo de la anciana está lleno de luz y hay mucho color, mientras que los gangsters en sus reuniones aparecen rodeados de una penumbra siniestra), y también ayuda que todos los actores componen una galería de personajes inolvidables.
El impagable Alec Guinness, el cual está más allá del bien y del mal. No en vano, su capacidad para transformarse físicamente y su versatilidad para pasar con éxito de un género a otro le convirtieron durante muchos años en el indiscutible rey de la comedia inglesa. En esta ocasión, se lució a sus anchas encarnando a un tétrico atracador, un personaje desgreñado, de faz lívida y ojos inyectados en sangre, parapetado en una kilométrica bufanda. (hay una escena muy graciosa en la cual se la pisan continuamente).
El resto de componentes de la banda están todos magistrales, son el imposible aristócrata Cecil Parker, el malísimo y disparatado Herbert Lom (con una pinta de gánster que se ve a la legua) , Danny Green, el bruto con un corazón de oro, y, curiosamente, el actor que estaba llamado a convertirse en el heredero de Guinness, Peter Sellers (más conocido como el mítico inspector Jacques Clouseau de la Pantera Rosa).
Pero por encima de todos destaca la inefable señora Wilberforce, una explosiva combinación entre ingenuidad y despiste capaz de acabar con la paciencia del más pintado. La actriz, Katie Johnson, rescatada temporalmente del teatro para dar vida a este delicioso personaje, recibió en 1955 un merecidísimo premio de la Academia Británica, un BAFTA por su soberbia actuación.
El quinteto de la muerte es una comedia hilarante, mordaz y negra, todo ello al mismo tiempo, Esta cinta, es un torbellino de inventiva que no da tregua al espectador y, sin embargo, el enredo está desarrollado con un ritmo en el que la velocidad de los diálogos y el enrevesamiento de los equívocos parecen trenzados con hilos invisibles. Una comedia perfecta de las que ya no se ven.

+QCINE PODCAST TE DESCUBRE ESTE CLÁSICO Y MUCHO MÁS
Programa completísimo, abriendo la ventana de los clásicos con la sección Cine con Mayúsculas, donde hablamos de este clásico El quinteto de la muerte. Seguimos con un repaso a la actualidad con ciertas noticias muy interesantes y el repaso a los Goya y la previsión de los Oscar que nos deparan sorpresas.
En un segundo bloque hablamos de libros con El Coleccionista, para repasar nuevas incursiones de mano de Diábolo Ediciones que nos presentan interesantes propuestas recientes que en algunos casos te dejará con la boca abierta. Y como no, tendremos Seriemanía, donde hablaremos de cinco series que hemos o estamos visionando y queremos compartir con la audiencia, y por último un lanzamiento increíble que llegará en septiembre.
Terminamos el programa con la sección Adivina a que película pertenece la melodía, donde Raúl Bocache me pondrá a prueba para que adivine junto a la audiencia, las tres bandas sonoras de tres cintas diferentes que nos propondrá para que averigüemos. Descubre todo esto y mucho más a partir del 4 de marzo en Ivoox o en tus plataformas de podcasting favoritas.
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