John Ford es un director que ha dejado una huella realmente importante dentro de la historia del cine. Diferente, particular y con una gran personalidad. Eso se refleja en sus películas y además fue un artesano del cine que supo adaptarse a lo que le pedían las grandes productoras. Tuvo tiempo para hacer su propio cine, pero lo que está claro es que como él no habrá ningún otro.
Descubrir a este director es bien sencillo, si buscamos en la televisión en abierto, desde siempre se nos ha mostrado su cine y quien tiene es su haber medio siglo, como el que escribe estas palabras sabe ver y reconocer a un artesano del cine, que además disfrutaba haciéndolo. Todavía podemos ver por televisión algunas de sus obras maestras y te das cuenta como hace fácil lo difícil, John Ford es el rey.
Hemos repasado todas las películas míticas que realizó en su etapa del Western, se le conoce por ser el maestro en este género, que lo cambió por completo, con su característica forma de hacer cine, sin artilugios, sin estridencias, siendo claro y directo y llegando al corazón de los espectadores. Ahora repasaremos algunas frases que dijo el propio Ford, para entender su forma de ver la vida y el cine.
FRASES DE JOHN FORD, SOBRE LA VIDA Y EL CINE

Sobre el Cine: «Nunca voy al cine porque no se puede fumar».
Sobre El Arte Fílmico, dijo lo siguiente: «Lo único para lo que siempre he tenido buen ojo ha sido para la composición». Eso se ve en sus películas y la verdad que es algo que lo hace diferente, a pesar de que en su tiempo no se le valoró en su justa medida».
Sobre el tema del Western dijo: «Hago westerns por motivos de salud. El western permite abandonar Hollywood e ir a las montañas, lejos de la contaminación. Allí se vive al aire libre, se duerme bajo la tienda de campaña, se asa la carne al aire libre. Es maravilloso y muy divertido. Por la noche, nos reunimos, y cantamos canciones».
Sobre el Cine en mayúsculas comentó: «Nunca voy al cine porque no se puede fumar».

Sobre la política se manifestó diciendo: «Soy un demócrata liberal. Y sobre todo, soy un rebelde».
Sobre la religión: «Me horrorizan los sermones, pero lo que detesto por encima de todo son los curas irlandeses. Por lo demás, elijo a mis curas de la misma forma que hago el reparto de mis películas. Me horroriza la beatería».
Y sobre los indios comentó: «He matado en mis películas más indios que Custer, Beecher y Chivington juntos. En europa la gente quiere saber más sobre los indios. Pero sólo se los ve pasar a caballo al fondo de la pantalla, o haciendo de malos. Yo quería mostrar a los indios tal como son. Los quiero muchísimo. Es un pueblo muy moral«.

Empezamos con Mogambo, de 1953 ambientada en áfrica. Durante un safari en África, un cazador profesional (Clark Gable) se encuentra dividido entre una recién casada, rubia y de apariencia gélida (Grace Kelly), y una volcánica morena de turbio pasado (Ava Gardner). Victor Marswell se dedica a la caza de animales salvajes para venderlos a los zoológicos de todo el mundo.
Los Nordley, una pareja de recién casados, llegan al campamento buscando la ayuda de Marswell para filmar un documental sobre los gorilas. En los Globos de oro se llevó el premio la actriz Grace Kelly.
Se ha comentado frecuentemente que esta película es un John Ford menor. Está claro que no es una obra maestra. Pero sino la comparamos con ninguna otra película emblemática del director, podríamos decir que es una película espléndida, llena de matices sorprendentes y de un humor delicioso, filmada con naturalidad, sencillez, emotiva y con dosis de humanismo.
Una comedia sobre las relaciones humanas, en medio de la acción y de la aventura, con esos tres interpretes increibles. Clark Gable quien no lo recuerda de Lo que el viento se llevó, Ava Gardner o Grace Kelly una de las actrices de Alfred Hitchcock. Es una delicia para la vista que pocas veces se produce en el cine, con un reparto tan legendario como ese.

Pasamos a la siguiente producción Cuna de Héroes del año 1955. Basada en hechos reales, nos cuenta la historia del sargento Marty Maher, que durante cincuenta años sirvió en la academia militar de West Point. Cuando el ejército de Estados Unidos, dada su avanzada edad, intentó jubilarlo, Marty, entrenador de atletismo en la Academia Militar y amigo y “padre” de varias generaciones de cadetes, presentó una contundente protesta al Presidente de la nación.
Esta producción es de Columbia y filmada en Cinemascope, es un sistema que utiliza por primera vez y del cual renegó públicamente. Es de esas películas que el director rodó por interés personal, sin importarle nada más. Y podemos destacar en ella que tenemos una de las mejores interpretaciones de Tyrone Power como protagonista, junto a Maureen O’Hara.

Su siguiente trabajo que queremos destacar es, Escala en Hawai del año 1955, comedia bélica ambientada en la segunda guerra mundial. Ensign Pulver es miembro de la tripulación de un buque mercante norteamericano que navega por las aguas del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial. A lo largo de la travesía, la convivencia no es fácil, sobre todo, porque los oficiales están enfrentados entre sí. El reparto es impresionante, Henry Fonda, James Cagney, Jack Lemmon el cual era uno de sus primeros papeles y se llevó el Oscar al mejor actor secundario, cuatro años más tarde le llegaría su gran comedia, Con faldas y a lo loco.
Durante el rodaje hubo un problema entre John Ford y Henry Fonda, fue de tal importancia que los productores los reunieron para solucionar el tema. Cuando Henry Fonda se levantó para exponerle sus quejas, John Ford saltó bruscamente y empezó a golpearle, el actor le respondió, y se organizó una pelea a puñetazo limpio en mitad de la reunión, algo inaudito pero esos son los entresijos del cine, no todo es tan maravilloso como parece o como algunos lo pintan.

Seguimos con otra de sus producciones, hablaremos de Escrito bajo el sol del año 1957, con John Wayne, Maureen O’Hara, como no podía ser de otra forma. Cinco años más tarde de El hombre tranquilo, donde ambos protagonistas hacen una gran obra maestra, volvemos a encontrarlos juntos en otra producción de John Ford.
Un piloto americano, que vive completamente entregado a la vida militar, sufre un accidente doméstico y se rompe la columna vertebral. Paralizado en una silla de ruedas, comienza una nueva vida como escritor e incluso es contratado como guionista en Hollywood. Tras el bombardeo de Pearl Harbour por los japoneses, es enviado al Pacífico como supervisor de un nuevo y revolucionario prototipo de portaaviones. Su extraordinaria fuerza de voluntad hace que poco a poco se vaya recuperando de su lesión.
Canto emocionado, duro e inflexible, de un hecho real sobre Frank Wead amigo del director que escribió su biografía. John Ford lo conocía en su etapa militar y podemos decir que murió en sus brazos, era un intrépido aviador y estando retirado se dedicó a realizar guiones en Hollywood, ese cine dentro del cine que tanto nos gusta aquí lo vemos reflejado. El director sabe encontrar el equilibrio entre el drama y la comedia, las escenas espectaculares y esa mirada triste y desesperanzada que sabe reflejar de forma maravillosa John Ford en sus películas. Es una de sus grandes obras de esos años.
Yo no quería hacer la película porque Frank era un gran amigo mío. Pero tampoco quería que la hiciera ningún otro. Frank siempre estuvo interesando en escribir, y yo le ayudé un poco. Lo alenté. Hicimos un par de películas juntos. Murió en mis brazos. Traté de contar su historia con toda la veracidad posible, y todo lo que salía en la película era verdad.
John Ford

Y pasamos ahora a hablar de La Taberna del Irlandés del año 1963, en una comedia de aventuras. En el reparto contamos con la presencia de John Wayne, Lee Marvin y Elizabeth Allen. La vida en una isla al sur del Pacífico es casi perfecta para dos amigos ya retirados del ejército: pasan su tiempo en la taberna, lugar donde discuten, pelean y se liberan de la monotonía de la vida tropical. Y a este auténtico paraíso, llega una estirada bostoniana que busca a su padre. Y hasta aquí puedo leer.
Curiosamente la última colaboración entre John Ford y John Wayne, una pareja inolvidable. Esta película en tono de comedia con el estilo de los años 30, rodada en las paradisiacas islas del Pacífico, aparece en el conjunto de la obra del autor como una especie de nota discordante, pero como siempre muy bien realizada. La cámara nos muestras los exóticos paisajes Hawaianos, y nos lo filma de forma espontanea en donde dos grandes protagonistas como John Wayne y Lee Marvin están como siempre de lujo. Y es posible que el tiempo sino lo ha hecho ya, ponga a esta película en su sitio como una de sus mejores películas.
SIETE MUJERES FUE LA ÚLTIMA PELÍCULA DEL DIRECTOR

John Ford dirije esta película solo con mujeres en el año 1966
Siete Mujeres del año 1966, fue la última película que rodó John Ford, una producción muy corta de 80 minutos de duración. Esta película es un drama ambientado en los años 30, nos encontramos en el verano de 1935, en la frontera entre China y Mongolia, dominada por señores feudales y bandidos, los miembros de una aislada misión americana se encuentran desamparados tras la invasión del país por parte de Tunga Khan. En respuesta a la urgente petición de un médico por parte de la misión, es enviada la doctora Cartwright, una persona de ideas modernas.
Esta fue su última película cuando tenía 71 años de edad, y sorprendió con esta película. El maestro se despidió del cine con un filme, por el que transita una vibración femenina, delicada y aromática, un drama desesperanzado que respira serenidad por todos los poros. Él quiso hacer una película sobre mujeres, algo que ahora sería muy bien recibido.
Un grupo de mujeres atrapadas en una misión en China durante las revueltas de Tunga Khan. Anne Bancroft interpretó con singular maestría el personaje más interesante, una doctora de espíritu agrio e incapacitada para la mentira que se sacrifica por las demás. Impecablemente rodada, cierra con honor una de las carreras más largas, y quizá la más rica de la historia del cine.

Nunca la vi. Creo que era una buena película. Y para mí fue un buen cambio hacer algo tan distinto como una película que sólo trataba de mujeres. Aquí no tuvo mucho éxito, pero en España fue una sensación. Creo que era una película fabulosa.
John Ford
El gran maestro rodó nueve de sus mejores westerns, entre ellos La Diligencia, Pasión de los fuertes, Fort Apache, La legión invencible, Caravana de Paz, Rio Grande, Centauros del desierto, El sargento negro y El Gran combate, en el valle donde está en la reserva de los indios navajos, a ambos lados de la frontera entre Arizona y Utah.
Esas cimas y esas majestuosas mesetas rojas, conforman el paisaje, que fueron creadas por la erosión y bautizadas por los indios según sus formas, desde Las manoplas o La gran cabaña, por poner un ejemplo. El lugar es conocido como Ford’s Country y sus panoramas misteriosos le confieren un aspecto de paisaje extraterrestre. Ford lo descubrió en 1938, localizando exteriores para el rodaje de La Diligencia, y lo definió como «el lugar más completo,hermoso y pacífico de la tierra».

Para terminar me gustaría recordar los actores y actrices que han formado parte de el proceso evolutivo cinematográfico del gran John Ford. Ya comentamos el pasado programa que el principal que se nos pasa por la cabeza es John Wayne, llamado «El duque»,f ue algo más que un actor, y cuando pensamos en el western nos viene a la mente este actor. Valiente, solitario, duro e incorruptible. Mito que con los años se le ha reconocido un trabajo de gran calidad y supo estar a la altura en diferentes géneros. Y sus mejores interpretaciones salieron de la colaboración con John Ford.
Una de las actrices que más detesto es Maureen O’Hara. Todo el mundo creyó que era su amante. En realidad a odiaba y ella me odiaba a mí, pero le iba mu bien a los personajes que interpretaba.
John Ford

INTERPRETES HABITUALES DEL CINE DE JOHN FORD
Tenemos también a Maureen O’Hara, actriz de agresiva belleza y considerable talento, se le considera la heroína ñor antonomasia y pareja perfecta de John Wayne. Trabajó en cinco películas con John Ford, y con él hizo su mejor papel, la obstinada e ingenua protagonista de El hombre tranquilo, nunca más volvería a estar tan atractiva y seductora.
Otro gran referente es Henry Fonda, era un actor muy creíble, un tipo de actor en quien se podía confiar para cualquier emergencia. Siempre estaba bien y Ford confió en él para encarnar al héroe americano por excelencia y Henry Fonda, agradecido, le regaló siete interpretaciones insuperables.


También tenemos el caso de Victor McLaglen, un actor de casi dos metros de estatura y más de cien kilos de peso es digna de un relato de aventuras. Combatió en la guerra de los Boers en Sudáfrica y en la Primera Guerra Mundial. Fue boxeador, minero y buscador de oro además de un excelente actor. En 1924 emigró a Hollywood y no tardó en convertirse en uno de los actores preferidos de John Ford. fue galardonado con el Oscar por la película El Delator, la cual comentamos en el programa pasado.
También otro actor habitual del cine de John Ford fue Ward Bond, que debutó en el cine de forma totalmente fortuita a finales de los años veinte y pronto se reveló como uno de los más grandes actores secundarios estadounidenses, especialmente en el western. ford, con el que trabajó en catroce ocasiones ni más ni menos le convirtió en uno de los miembro más emblemáticos de su círculo y le confió su propio papel en Escrito bajo el sol.


También otro actor habitual fue Barry Fitzgerald, este actor fue contratado por el director mientras efectuaba una gira con el Abbrey Theatre por Estados unidos, iniciando de este modo una destacada carrera que le llevaría a ganar el Oscar por Siguiendo mi camino y le convertiría en uno de los mejores secundarios de la historia. Rodó cinco películas con el maestro, resultando especialmente memorable su trabajo en El hombre tranquilo.


Para terminar con el reparto habitual del director, me queda comentar el caso de Thomas Mitchell, yo le tengo mucho cariño por el papel que hizo en Que bello es vivir. Este señor era un periodista y por azar acabó en Hollywood en 1936. Después trabajaría con John Ford en Huracán sobre la Isla y se hizo famoso por La Diligencia, obra maestra del cine Western. En este filme compuso un maravilloso personaje, el del médico bebedor y algo cínico, papel por el que obtuvo el Oscar al mejor actor secundario. Aún rodaría una última película con el maestro, Hombres intrépidos.
Y terminaré comentando el caso del actor John Carradine, hijo de la farándula, y padre y abuelo de famosos actores, John Carradine fue uno de los intérpretes más empleados por Ford, como lo demuestran las once películas que rodó a sus órdenes. Relegado a personajes secundarios, a los que supo dar vida de una forma incomparable, encasillado en papeles de malvado debido a su fisonomía.

+QCINE, ALGO MÁS QUE UN PROGRAMA SOBRE EL SÉPTIMO ARTE
+QCine, presenta un podcast sobre John Ford, uno de los mejores directores e la historia del cine en la sección Los Olvidados, con Jose Luís Dana. Este es el quinto episodio que dedicamos al maestreo del Western, donde hablaremos de las últimas grandes películas del director. Además tendremos música, fragmentos y las curiosidades y anécdotas de los rodajes y muchas cosas más en este gran programa final.
¿ Cómo escuchar y/o descárgate el programa +QCine ?. Muy sencillo. El programa estará en las plataformas el jueves 4 de junio a partir de las 8 de la mañana. En Ivoox lo puedes descargar desde aquí, tanto este como otros programas.
+QCine es un programa realizado por Javier Pérez-vico y Raül Bocache que se emite en directo de 20 a 21 horas en Radio Nova. Puedes escucharlo Online en +QCine de Radio Nova(escucha aquí online). Para sugerencias y comentarios puedes hacerlos en: contacto@masqcine.com
Por Javier Pérez-vico
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