Datos básicos
Título original: Aleksandr Nevskiy
Año: 1938
Duración: 112
País: Unión Soviética (URSS)
Géneros: Aventuras y Drama. Grupos: Cine épico.
Datos técnicos y artísticos
Dirección: Sergei M. Eisenstein
Guion: Sergei M. Eisenstein, Piotr A. Pavlenko
Música: Sergei Prokofiev
Fotografía: Eduard Tissé (B&W)
Reparto: Nikolai Cherkasov, Nikolai Okhlopkov, Andrei Abrikosov, Dmitri Orlov, Anna Danilova, Vasili Novikov, Varvara Massalitinova, Valentina Ivashova, Nikolai Arsky
Productora: Artkino
Sinopsis
Siglo XIII. Relato épico sobre el príncipe Alexander Nevsky, que defendió victoriosamente el norte de Rusia del ataque de los teutones: la batalla se libró sobre la superficie helada del lago Peipus. También tuvo que hacer frente a la invasión de Rusia por el ejército mongol dirigido por Gengis Khan. (FILMAFFINITY)
Comentario
Sergei Eisenstein concluyó su primer filme sonoro en 1938. El cineasta había regresado a Rusia después del fiasco que supuso su aventura mexicana con la inacabada ¡Que viva México! y la decepción de Bezhin lug (El prado de Bezhin), donde el proyecto no llegó a su fin.
Como artista soviético que dependía de la aprobación gubernamental, rodó Alexander Nevski en el momento adecuado. La historia del siglo XIII donde Rusia se defendía de los caballeros teutones fue apoyada oficialmente con el objeto de advertir a los alemanes de que los soviéticos aplastarían cualquier intento de invasión a su tierra.
Un año después, el pacto germano-soviético hundió el mensaje, y el filme fue silenciado, pero se recibió con gran entusiasmo de nuevo ante la invasión nazi en 1941.
Fotografiado, como todos los trabajos de Eisenstein, por Eduard Tissé, Alexander Nevski mostró al director descargando todo su genio compositivo con gran decisión, grandeur que reemplazaba la energía de sus inicios y los efectos del poderoso montaje de sus obras maestras mudas.
Especialmente impresionante es la magnifica mezcla de sonidos y hallazgos visuales. El compositor de Eisenstein fue Prokofiev, y el director pensó que él y Tissé habían encontrado el tercer compañero en su cruzada para el sonido cinematográfico que habían soñado. La banda sonora de Alexander Nevski fue crucial para el impacto del filme.
Produce una cantata para la actuación en una sala de conciertos, donde el solo de contralto en “El campo de la muerte” es más conmovedor que en la película desde que los elementos de los filmes de propaganda acentuaban no la desolación de la batalla sino a sus heroicos supervivientes.
El arte de Eisenstein triunfó sobre la propaganda, aunque se recuerda como una limitación.
