Datos básicos
Título original: Sunrise: A Song of Two Humans
Año: 1927
Duración: 94
País: Estados Unidos
Géneros: Drama y Romántico. Grupos: Cine de culto, Cine mudo y Expres. alemán.
Datos técnicos y artísticos
Dirección: F.W. Murnau
Guion: Carl Mayer
Música: Hugo Riesenfeld (Película muda)
Fotografía: Charles Rosher, Karl Struss (B&W)
Reparto: George O’Brien, Janet Gaynor, Margaret Livingston, Bodil Rosing, J. Farrell MacDonald
Productora: Fox Film Corporation
Sinopsis
Un granjero, interpretado por George O’Brien, convive felizmente en el campo con su esposa (Janet Gaynor). Pero la aparición de una seductora mujer (Margaret Livingston) de la ciudad hace que comience a enamorarse de ésta, y a pensar que su mujer es un estorbo que se interpone en la felicidad entre él y su nueva y sofisticada amante. (FILMAFFINITY)
Premios
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1927: Oscars 3 nominaciones ( Mejor película, Mejor fotografía, Mejor actriz ) | 3 premiadas ( Mejor película, Mejor fotografía, Mejor actriz ).
Comentario
Hollywood, consciente de los progresos técnicos y artísticos del cine europeo, reconoció que se necesitaban visionarios, hasta tal punto que financió a veces algunas películas no comerciales sólo para hacer avanzar esta forma de arte. El director alemán F. W. Murnau fue muy admirado y reconocido por su “Der letzte Mann” (“El último”, 1924). Esta película era un ejercicio de narración visual que rechazó las convenciones del cine mudo y los intertítulos.
El director de los estudios, William Fox, contrató a Murnau y le proporciono todos los recursos del estudio, en especial los camarógrafos Charles Rosher y Karl Struss, conocidos por su trabajo innovador, para rodar “Sunrise: A Song of Two Humans (Amanecer)”.
En este filme, Murnau juega sutilmente con los elementos simbólicos para crear el ambiente de las escenas y los intertítulos que aparecen en ciertas ocasiones.
La historia es una fábula inocente: en un pueblo, cerca de una lago, el Hombre (George O’Brine) encuentra en la seductora Mujer de la ciudad (Margaret Livingston), que está veraneando allí, la tentación que le llevará lejos de su Esposa (Janet Gaynor). Piensa en asesinar a esta última, para poder vender su granja y escaparse con la Mujer de la ciudad, pero su conciencia toma el control. Para ello, Murnau crea una sinfonía visual de escenas sostenidas y momentos destacados, por ejemplo, cuando la joven pareja (ahora reconciliada) cruza una transitada calle de la ciudad, que, cuando se detienen para besarse, se convierte en paisajes campestres. La película obtuvo un Oscar a la mejor fotografía (Charles Rosher y Karl Struss), a la mejor actriz (Janet Gaymor) y a la mejor calidad artística de producción en la primera edición de los premios en 1929.
‘Amanecer’ es una historia de enfrentamiento entre el amor carnal y el puro. La fisicidad contra el sentimiento. El mal contra el bien. El film nos muestra ya desde el inicio la infidelidad del hombre, engatusado por los placeres carnales y la loca vida en la ciudad. Sobrevivirá a ese infierno cuando se enfrente a la inocencia de su mujer en el momento de asesinarla, una de las secuencias más terribles que el cine recuerda. La purgación de los pecados del marido, totalmente arrepentido, se dará en la larga secuencia de la ciudad, en la que Murnau no le da la espalda al humor, y que culminará en la vuelta a la granja en una barca que volcará debido a una tormenta que hará que la esposa desaparezca para regocijo de la amante. Sólo un milagro —la película puede verse como tal—, en realidad la tenacidad de un pescador, devolverá a la esposa a los brazos de su marido, que está a punto de cometer un irónico crimen.
La noche se termina, dejando atrás su tentadora oscuridad, y al igual que Brad Pitt en ‘Entrevista con el vampiro’ (‘Interview with a Vampire’, Neil Jordan, 1994) presenciaba el amanecer en un cine viendo el film de Murnau —probablemente el mejor homenaje/guiño que se le ha hecho jamás al cine de Murnau— uno se siente atrapado por ese baño de luz que aleja los problemas y trae la felicidad o lo más parecido a ella.
